Existen muchas creencias falsas sobre la rinoplastia. Enumeramos las principales dudas que nos plantean los pacientes en la consulta:
1) Es una cirugía muy dolorosa.
En la mayoría de los casos el dolor es mínimo y controlable con analgesia habitual.
2) Tendré que estar mucho tiempo de baja
Al cabo de una semana se puede reiniciar actividad normal, salvo esfuerzos físicos intensos, que deberá evitar durante 3 semanas.
3) Quitar una pequeña giba (caballete) es un procedimiento sencillo, simplemente hay que limar un poco el hueso.
La rinoplastia es considerada como una de las cirugías más complejas en el campo de la cirugía estética facial. Requiere un nivel elevado de conocimientos y experiencia por parte del cirujano, que debe combinar arte y ciencia para obtener un resultado ideal armónico estético y funcional.
4) Todas las narices operadas se ven iguales
Existen múltiples técnicas para modificar el tamaño y la forma de una nariz. Cada paciente tiene una anatomía con problemas diferentes que requieren correcciones individualizadas. En todos los casos se intenta que la apariencia final sea totalmente natural, en consonancia con los deseos del paciente pero también ajustándolos a la realidad y las proporciones faciales individuales.
5) Es mucho más seguro hacer una rinoplastia con anestesia local
La anestesia general ha demostrado ser uno de los procedimientos médicos más seguros en la actualidad. La nariz forma parte de la vía aérea. Por lo tanto si ocurre una complicación inesperada es muy importante tener protegida la vía aérea inferior. Esto solo puede conseguirse intubando al paciente.
Además la anestesia general consigue mantener un control adecuado de la tensión arterial que acarrea un menor riesgo de sangrado.
Tanto el paciente como el cirujano estarán mucho más cómodos y seguros con la anestesia general.
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